Se trata del mayor testimonio de la vida de la comunidad judía de Ágreda. Durante mucho tiempo se pensó que los únicos vestigios de la comunidad judía eran el ábside del edificio que tradicionalmente se conoce como sinagoga, así como los documentos que hablan de la vida y el acontecer cotidiano de la comunidad sefardí de Ágreda. Sin embargo aún quedaba por descubrirse el mayor y más importante de ellos, se encontró en un antiguo libro de actas del Ayuntamiento utilizado como encuadernación, por lo que posiblemente fue cortado con un instrumento punzocortante para ajustarlo al tamaño del libro que iba a recubrir, por su uso, los extremos superior e inferior están muy gastados, y en el extremo inferior derecho tiene una rasgadura, que al igual que la restauración y planchado del documento fue muy bien resuelto gracias a la excelente labor de los restauradores y conservadores del Archivo de Simancas.
Se trata de parte del rollo de la Torah que sin duda se había utilizado en la sinagoga de Ágreda. Aparentemente y visto desde lejos parece ser un viejo trozo de pergamino de color marrón oscuro, pero si se mira con atención, de una manera sorprendente surgen de él un conjunto de letras escritas con una perfecta caligrafía hebrea, cuyo texto corresponde al final del libro del Levítico, desde el capítulo 26, versículo 43, más o menos, hasta el final del libro.
Esta pequeña muestra nos habla del conjunto y contiene en sí otras muchas historias más allá del texto escrito sobre el pergamino. Sorprende su fidelidad al texto masorético, no sólo en la esmerada labor de copia y transcripción sino en la revisión y relectura cuidadosa del texto, por las correcciones que presenta el mismo.
Se trata de un texto transmitido de generación en generación y leído durante muchos años, posiblemente durante un par de siglos en la sinagoga de Ágreda, como parte de la Torah proclamada todos los sábados.
La Edad Media. Documentos en exposición:







